Herramienta de evaluación de crisis (CAT)
HERRAMIENTA DE EVALUACIÓN DE CRISIS (CAT)
El CAT, originalmente conocido como Severidad de la Enfermedad Psiquiátrica en la Infancia (CSPI), es una herramienta de apoyo a la toma de decisiones y de comunicación para permitir la comunicación rápida y consistente de las necesidades de los niños que experimentan una crisis que amenaza su seguridad o bienestar o la seguridad de la comunidad. Está destinado a ser completado por las personas que están directamente involucradas con el joven. El formulario sirve como herramienta de apoyo a la toma de decisiones y como documentación de las necesidades identificadas del niño atendido junto con las decisiones tomadas con respecto al tratamiento y la colocación en el momento de la crisis. Hay cinco características clave del CAT que deben ser consideradas al completar las calificaciones.

Cinco principios clave del CAT:
- Los elementos fueron seleccionados porque cada uno de ellos es relevante para la planificación del servicio/tratamiento. Un elemento existe porque puede conducirlo por un camino diferente en términos de la planificación de medidas.
- Cada elemento utiliza un sistema de valoración de cuatro niveles. Esos niveles están diseñados para traducirse inmediatamente en acción.
- Las valoraciones deben describir al (a la) menor, no al (a la) menor en los servicios. Si existe una intervención que oculta una necesidad, pero debe mantenerse, esto se tiene en cuenta en la valoración y daría lugar a una necesidad cuya valoración “requiere acción” (es decir, “2” o “3”).
- Por lo general, las valoraciones son “agnósticas en cuanto a la etiología”. En otras palabras, se trata de una herramienta descriptiva. Se trata del “qué” y no del “por qué”. Solo dos elementos, adaptación al trauma y comportamiento social, tienen juicios de causa y efecto.
- Con el fin de garantizar que las evaluaciones sigan siendo “recientes” y relevantes para las circunstancias actuales del (de la) menor o joven, se utiliza un margen de 30 días para las valoraciones. Sin embargo, se pueden utilizar los niveles de acción para anular el período de valoración de 30 días.
Esta herramienta está diseñada desde la perspectiva de la teoría de la comunicación. Como tal, los indicadores se seleccionan para representar la información clave necesaria para decidir la mejor estrategia de intervención para un niño durante un momento de crisis. Para cada indicador, se anclan cuatro niveles con el fin de traducir el indicador en un nivel de acción. Para el CAT, estos cuatro niveles pueden traducirse generalmente en lo siguiente
Niveles de acción para los elementos:
- – Sin evidencia: este nivel de valoración indica que no hay motivos para creer que existe una necesidad particular. No establece que la necesidad categóricamente no existe, solo indica que, según la información de la evaluación actual, no hay motivos para abordar esta necesidad. Por ejemplo: ¿Johnny fuma marihuana? Él dice que no, su madre dice que no, nadie ha expresado ninguna inquietud. ¿Significa esto que Johnny no fuma marihuana? NO, pero no tenemos motivos para creer que lo hace y ciertamente no lo remitiríamos a un programa para problemas relacionados con las sustancias.
- – Conducta expectante/prevención/historia relevante: este nivel de valoración indica que se necesita prestar atención a esta área o considerar aplicar algunas medidas preventivas para garantizar que nada empeore, por ejemplo, en el caso de un(a) menor que ha tenido comportamientos suicidas en el pasado. Sabemos que el mejor indicador de comportamiento futuro es un comportamiento pasado, y que dicho comportamiento puede reaparecer bajo estrés, por lo que deberíamos prestarle atención desde un punto de vista preventivo.
- – Necesidad de tomar medidas: este nivel de valoración implica que es necesario hacer algo para abordar la necesidad identificada. La necesidad es lo suficientemente problemática para interferir en la vida del (de la) menor o la familia de manera significativa.
- – Acción inmediata/intensiva: este nivel de valoración señala una necesidad que requiere un esfuerzo inmediato o intensivo para abordarla. En este nivel, se valoran los niveles de necesidades peligrosas o incapacitantes. Un(a) menor que no asiste a la escuela en absoluto o un(a) joven sumamente suicida se valorarían con un “3” en la necesidad relevante.
Para aumentar la fiabilidad del CAT, se han diseñado puntos de anclaje para facilitar la traducción de los niveles de cada indicador en los cuatro niveles de acción descritos anteriormente. Hay que tener en cuenta que estos puntos de anclaje son orientativos. Dado que no es posible definir de forma exhaustiva todas las circunstancias que podrían encajar en un nivel concreto, el evaluador puede utilizar su juicio clínico para determinar la calificación cuando no resulte obvia una elección clara. Este juicio debe estar guiado por una decisión sobre el nivel apropiado de acción requerido para el indicador específico. Un objetivo principal de esta herramienta es promover la comunicación tanto con el joven y su familia como con el sistema de atención del joven. Por eso, es importante la coherencia y la fiabilidad en el uso de esta herramienta. Por lo tanto, se requiere una capacitación formal antes de que cualquier personal complete esta herramienta basada en una evaluación de crisis real.
Tenga en cuenta que se utiliza una ventana de 30 días. Esta ventana es sólo para recordar al evaluador que lo que interesa es describir las necesidades inmediatas del niño o adolescente en este sentido. El uso de la palabra "historia" en muchas de las calificaciones de "1" se refiere a la historia de toda la vida. En otras palabras, si un joven intentó suicidarse hace cinco años pero no es un suicida activo, una calificación de "1" sería apropiada. El CAT incluye elementos relacionados con el abuso de sustancias. Las respuestas del joven y de la familia a las preguntas sobre estos elementos pueden sugerir la probabilidad de un trastorno por consumo de sustancias concurrentes o, puede sugerir que el joven está presentando signos, síntomas y comportamientos influenciados por problemas concurrentes. El propósito de estas preguntas no es establecer la presencia o el tipo específico de un trastorno por abuso de sustancias, sino alertar a los clínicos sobre el impacto que el abuso de sustancias puede tener en la crisis del individuo.
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